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En el desierto de Nasca, encontrarás unas gigantes figuras dibujadas en la arena que representan diversos diseños: un mono, un colibrí, una araña. Son tan grandes que solo es posible verlas en su totalidad desde el cielo.
Cubriendo una superficie de 450 km², estas estilizadas figuras, realizadas en un solo trazo, son uno de los misterios más sorprendentes de las culturas preincas.
¿Son un gigantesco calendario solar y lunar?, ¿O tal vez un gran libro astronómico?, ¿O, quién sabe, caminos rituales? El enigma persiste, así como las líneas que siguen ahí, en medio del desierto, esperando para que tú las leas.